domingo, 14 de marzo de 2010

-Presiona aquí - le indico la chica.
-No puedo - no quiero, pensó.
-Claro que puedes. Vamos, por favor...
-No te sulfures, no pasa nada.
- ¿¡Como que no me sulfure!? ¡Te han apuñalado!¡Por Dios! Por lo menos aguanta un poco.
- Alazne, lo que tenga que venir, vendrá. Lo que tenga que suceder, sucederá. Lo que tenga que pasar, pasará. No frenes nada. Me ha llegado la hora. No intentes nada para remediarlo.
-No te va a llegar la hora, simplemente porque no me cabe en la cabeza - ella, muerta de desesperación, hace presión sobre la herida del muchacho. Él, no se queja - No digas tonterías y aguanta un poco.
-Para - la cogió de las manos ensangrentadas y dejó que la sangre fluyera a sus anchas. La chica con los ojos inundados de lágrimas lo mira sin comprender - Te quiero.

El chico con sus últimas fuerzas, atrae a la chica hasta que sus labios se rozan. Un simple roce. Un simple segundo. Un simple momento. Un simple beso. Un simple adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario