lunes, 29 de noviembre de 2010

26 de noviembre de 2010. La persona más importante para mí en esta vida, hoy cumple sus 21 años. 21 años, que el mundo degusta cada segundo que estás en él. 252 meses que brilla una estrella más en el firmamento. 7.665 días que el mundo es feliz. 183.960 horas que la humanidad sonríe. 11.037.600 minutos que hablamos de ti y 662.256.000 segundos que eres especial. Con estos números, quiero decirte, que eres una persona muy importante para la gente que te rodea. Me has demostrado a cada momento que somos más que hermanas, y eso es difícil de superar. Nos contamos las cosas que nos pasan, nos ayudamos en los buenos y malos momentos y los superamos juntas. Cuando una necesita ayuda, la otra deja lo que está haciendo para escucharla y ayudarla. Cuando yo entro en tu habitación me prestas toda la atención del mundo, aunque solo sea para decirte hola, o desahogarme, o reír, o llorar, o simplemente contagiarme tu buen rollo. Esas cosas que parecen minúsculas a simple vista, son cosas increíbles para mi.

Se que serán pocas horas, las que esté a tu lado un día tan importante como hoy. Pero, no me entristece, al contrario, soy feliz porqué tengo la gran suerte de que seas mi hermana y nos veamos cada día. Aunque solo sean unos pocos minutos, pero te tengo conmigo. Siempre que necesito a alguien, estas a menos de 5 metros de mi habitación. Aunque tengamos nuestras broncas y nos acabemos chillando, aunque nos confundan por el teléfono o nuestros padres nos llamen diferente, se que sin ti no podría vivir. Porque somos hermanas con ojos claros y eso no nos lo va a arrebatar nadie. No voy a dejarte ir tan fácilmente. Quiero que sepas que deseo con todo mi ser que sigamos como ahora, muchos años más.

Los años pueden pasar, pero los recuerdos serán siempre nuestros.

Ahora, cierra los ojos y pide un deseo.

Feliz cumpleaños hermanita.

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viernes, 19 de noviembre de 2010





Lo siento, siento algo por ti.




Si te sientes aludido, será por algo...

Diario de Delia. Capítulo I

Ella, la chica de las mil noches, sigue sentada en la barra en el bar que va cada noche. Delante de ella descansa un baso con una bebida alcohólica que no sabría decir que es. Hoy viste unos leggins negros con unas botas negras hasta la rodilla y una camiseta larga de tirantes blanca y por debajo una básica negra, también. Su pelo luce unos bellos bucles que le caen por los hombros y el flequillo hacia un lado liso y brillante. Su negra melena, hace que destaquen sus verdes y preciosos ojos que siempre son reseguidos por un maquillaje muy fino y pulido. Sus uñas son del color de la sangre y sus manos pálidas siempre van custodiadas por anillos y pulseras. Su tez blanquecina y de porcelana le hacen una cara angelical. Se lleva la bebida a los labios y bebe un poco. El contacto de sus labios con el baso dejan dibujado, en escarlata, la silueta de sus carnosos y juveniles labios. Su cuerpo de modelo, descansa sobre un taburete.

En sus ojos se puede ver el cansancio que tiene de la vida. Toda su vida la ha pasado trabajando para un padre ansioso y borracho y para una madre sumisa y callada por los golpes de la vida. Ella siempre quiso ser fotógrafa y como tozuda que ella era, lo consiguió. Ahora fotografía paisajes y modelos principiantes.

Ella, nunca ha tenido una relación estable con nadie. Siempre, los chicos con lo que ha estado, han sido de una noche y por la mañana si te he visto no me acuerdo. Como ella los llamaba: Mr. Right now. A todos los denominaba con este apodo.

Ella ya estaba cansada de ser el ligue de una noche y quiere, aunque todos los que la conocen nunca la creen, formar una familia con el hombre adecuado. Tener hijos y ser abuela. Puede sonar muy peculiar, pero es lo que ella quería. Cuando piensa en todo esto, se bebe el resto del baso de golpe. El camarero, un señor de unos 50 años y amigo de ella, se ofrece para llevarla a casa. Ella le contesta que está bien y que tiene clientela. Se despide de él con una simple y falsa sonrisa y baja del taburete. Al darse media vuelta se choca con una persona, dejando caer un poco de liquido de su copa encima de la ropa de ella.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Sabéis lo que he hecho? Sonreír.

Esta mañana, al sonarme el despertador, ¿ sabéis lo que he hecho? Sonreír. Si, si, aunque parezca imposible, lo he hecho y no lo he parado de hacer en todo el día. Cuando he bajado de la cama, he salido de la habitación y me he abrazado a mi madre que se encontraba en la cocina. Se ha quedado un poco sorprendida por me afecto de cariño matutino, pero yo la he estrechado más fuerte y ella me lo ha correspondido. Me separo de ella y la miro a los ojos. Otra vez la sonrisa florece de mis labios. Me pregunta a que se debe esa muestra de afecto. Yo solo le puedo levantar los hombros y volver a la habitación para coger la ropa e irme al baño. Cuando ya me he arreglado, salgo y me encuentro con mi padre en el pasillo. Le doy un abrazo y él mira a mi madre interrogante. No se lo que le contesta mi madre, pero él al cabo de unos segundo me abraza. Me tomo mi nesquik de cada mañana y me voy hacia el instituto. Aunque tenga que hablar en susurros, quiero gritarle al mundo lo feliz que estoy. Me encuentro con mi amiga en la esquina de siempre y emprendemos el camino de siempre. El camino lo hacemos en silencio, el fuerte viento nos impide hablar ya que tenemos demasiado trabajo que no se nos hielen los dedos de las manos. Al llegar al instituto, agradecemos el calor de las aulas. Al entrar en mi clase, mis compañeros pueden comprobar que en mi cara hay dibujada una sonrisa. Un pequeña y cariñosa amiga, se me acerca y me abraza, le susurro que estoy feliz y me abraza más fuerte. Empieza a gritar por toda la clase que soy feliz y en menos de 1 minuto, tengo a la mitad de la clase encima de mi abrazándome. Me he sentido querida entre tanta gente. Las clases pasan aburridas y lentas y para colmo se nos va la luz. Pero yo voy vagando por mis pensamientos y me topo con uno que me hace sonreír. Ayer, una persona me dijo una frase que quiero que perdure para siempre: Nunca, nunca dejes que nadie te haga dudar de quien eres y en lo que te gusta y en lo que crees. Le contesté que me lo grabaría con letras de fuego en mi mente y así lo he hecho. En la clase de biologia, al ser tan sumamente aburrida me he puesto a pensa y a dibujar. Siempre nos han reñido si pintabamos las mesas o escribiamos algo, pero hoy me ha dado todo igual, en lo único que pensaba era en ser feliz y así lo he hecho.


Me dijistes que solo querias ayudarme y has conesguido mucho más que eso. Poco a poco me daré cuanta, pero hoy he salido de mi agujero y le he plantado cara a todos los problemas que se me interponían.


Gracias Lorena. Te lo agradezco muchísimo morenaza.

Estoy enamorada, es un hecho...

Hace muchos años que no vuelvo por allí. Justamente desde ese día había empezado a creer en lo que me voltea y querer en lo que creo. Siempre me dijeron que era imposible alcanzar el sueño que llevaba años soñando, pero ahora me doy cuenta que he conseguido todo lo que me he propuesto. Me propuse sacarme el bachillerato, sacarme la selectividad, ir a la universidad e vivir durante una temporada en un lugar diferente al que nací y dejar todo y a todos allí y lo conseguí. Y lo más importante: me enamoré. Fue por casualidad y ahora estamos cogidos de la mano y andando hacia donde hace años le declaré mi amor. Gracias a las personas que me apoyaron en todo lo que me propuse, ahora soy más que feliz. Cada día doy gracias a mi familia y a mis amigos, por haber estado allí en los buenos momentos y en los malos. Han pasado muchas personas por mi vida y he confiado en algunas a las que las doy por muertas y otras tantas que me ignoraron. Ahora puedo ponerme delante de ellos y decirles que he llegado a lo más alto con mi esfuerzo y mi dedicación.

Tu sabes la satisfacción que da cuando te das cuenta que lo has conseguido todo y que las personas más representativas en tu vida, no han dudado de ti ni un solo segundo. Es una sensación que muy pocas personas puedan llegar a entender.

El aire frío vuelve a chocarme en el rostro y mi mente viaja hacia el pasado. Las palabras que dejé escapar de mis labios, ahora vuelven ami como un tren que pasa por tu estación sin parar y luego se aleja llevándose consigo todas las almas que abarcan ese tren. Cierro los ojos un instante y me visualizo a mí sentada en el precipicio. Hoy el día a amanecido feliz y contento. El sol brilla en lo más alto del cielo dando lugar a un cielo azul que intentas alcanzar. El susurro de las olas chocar, suena en nuestras cabezas. Nos miramos y sonreímos. Hemos llegado al final y allí perduramos unos instantes.


- Es aquí... - dejo escapar en un susurro.

- Me encanta. Es precioso. - sus brazos abrazan mi cintura y besa mi mejilla izquierda.

- Te quiero.

- Vuelve a repetirlo, pero como aquella vez que tantas veces me has explicado. - aclara dejándome libre de su abrazo. Lo miro sin entender y sonreímos.

- ¿Enserio? - pregunto un poco cortada.

- Si, quiero escucharlo. - me separo unos centímetros de él y miro al mar.

- Tu lo has querido - me aclaro la voz y extiendo los brazos como la última vez. Exhalo una gran bocanada de aire y me preparo. - ¡Te quiero! - grito todo lo más fuerte que puedo y cuando acabo lo miro. - Ahora es tu torno. - me imita y yo me río.

- ¡Te amo, hasta que el mar bajo nosotros y el cielo, se rompan bajo nuestro vuelo! - coge aire y me mira sonriendo. De mis ojos brotan dos cristalinas y sinceras lágrimas. - ¿Lo he hecho bien? - lentamente se acerca a mí.

- Lo has hecho perfecto.


El beso que nos damos es tímido y sincero. Nunca antes me había besado así. Cuando estoy a su lado me hace alcanzar el cielo con una simple sonrisa. Las palabras que acaba de pronunciar, son las mas bellas que nadie ha podido escuchar en su vida y por eso me siento única. Porque ahora ya puedo decir que él es el único hombre que amé, amo y amaré. Porque me siento afortunada por tener a una persona como él en mi vida. Porque soy feliz con solo tenerlo a mi lado y porque estoy enamorada.

¿¡Tanto pido!?

Estoy al borde del acantilado. Hoy el día esta nublado y las nubes amenazan por empapar todo lo que encuentre a su paso. El rubor de la olas, que chocan contra las piedras, hacen una melodía preciosa. Extiendo los brazos y dejo que el aire dibuje mi figura con pintura transparente y deje en el lienzo de la vida, mis pensamientos escritos. Miro hacia atrás y solo veo como la hierba y las flores se mueven con la música del viento. Aunque haga frío, estamos en pleno verano. En ese lugar soy la persona más vulnerable y fuerte del mundo. Puede sonar contradictorio, pero ahora no se muy bien como me siento, un encrucijada de cosas se abren camino por mi pecho y mente. Es la primera vez que piso este lugar, es extraño, pero es hermoso. Mis manos dibujan figuras en el aire que se las lleva para siempre. No me entristece perder, lo que me mata es el olvido. Tengo la sensación de que las personas somo como muñecos manejados por un ser indefinido. Cuando un muñeco se rompe, su propietario ya no juega con él. Lo deja a un lado y al final siempre acaba al final de un cubo de basura. Tengo ese presentimiento de que las personas más tarde o temprano nos pasará eso y me aterra. Por eso he venido aqui, para decirle a ese ser inanimado que no somos suyos y que nadie tiene que tener control de nosotros mismos. Me siento al borde del precipicio y allí permanezco segundos, minutos, horas... no lo sé, pero de lo que estoy segura es que soy feliz. Las gotas que antes amenazaban caer, lo estan haciendo con una intensidad que da miedo. Con mucho equilibrio y rezando a nadie que no me caiga, me pongo de pie. La lluvia moja mi ropa, pegándola a la piel de mi cuerpo. Vuelvo a alzar los brazos y aclarandome la voz empiezo a chillar.


- ¡Te quiero y hago esto porqué no estás conmigo! ¡Quiero tenerte entre mis brazos mientras los dos sonreimos! - lagrimas empiezan a florecer de mis pupílas - ¡Quiero verte a mi lado cuando me despierte de mi sueño y recibir un beso tuyo en los labios! ¡¿Tanto pido?! ¡Te quiero! - silencio. Se lo voy a decir para que lo entienda - ¡Ich liebe dich!


Con una sonrisa en los labios, dejo caer los brazos y me doy la vuelta. Voy dejando mis pisadas marcadas en el barro que se ha formado en la hierba. Antes de perder el cielo de vista me giro y lo miro por última vez. Sigo mi camino sin dejar de sonreír. Soy feliz y nadie me va a hacer cambiar. Lo he conseguido, he perdido la vergüenza a enamorarme.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Ella... soy yo




Ella es una chica con ambiciones y metas. Ella es una chica con intereses y confianza. Ella es una chica que valora lo que la otra gente es y no lo que aparenta ser. Ella es alegre. Ella es atrevida. Ella es enamoradiza. Ella es fuerte. Ella es pequeña. Ella es querida. Ella es espontanea. Ella es despistada. Ella es amable. Ella es chillona. Ella es especia. Ella es única. Ella es tozuda. Ella es como quiere ser. Ella quiere ser fisioterapeuta. Ella quiere ser alguien en esta vida. Ella es soñadora. Ella es impredecible. Ella es bipolar. Ella está como un cencerro. Ella es olvidadiza. Ella es portera. Ella es cotilla. Ella es parlanchina. Ella tiene miedos. Ella es divertida. Ella es simpática. Ella es decidida. Ella es de sufis. Ella se estresa. Ella se enfada con los profesores. Ella entiende las cosas como le parecen. Ella es difícil de entender. Ella está orgullosa. Ella ama sin fronteras. Ella es precavida. Ella es importante. Ella es feliz. Ella tiene hobbies. Ella tiene esperanza. Ella ha cambiado con el paso de los años. Ella tiene amigos de verdad. Ella tiene persona a las que acudir cuando se siente decaída. Ella es feliz. Ella es de risa fácil. Ella tienes los ojos verdes. Ella está orgullosa de lo que es y en lo que cree. Ella es una chica con suerte. Ella... soy yo y con la cabeza bien alta se lo digo al mundo entero.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Me acordaré de este momento.

Desde la barandilla del mirador de Montjuïc veo toda Barcelona. Es precioso. Mi ciudad favorita en el mundo, me siento la persona más feliz. Apoyo mis antebrazos en la madera y dejo reposar mi cuerpo en ellos. La brisa cálida de primavera me choca en la cara. El aire lleva suspendido, pequeñas partículas de polen de las flores que empiezan a florecer. El aroma de las plantas que están a mi alrededor, se cuelan por mi nariz. El olor a pino y a jazmín invaden mis fosas nasales y mi cuerpo entero. Cierro los ojos y dejo que la imaginación me lleve a donde quiera que estés. Tuve un profesor en el instituto que nos dijo que el olor, es el mejor transportador de recuerdos. A la edad de dieciséis años, lo creíamos una tontería. Pero ahora me doy cuenta de que era verdad. Cuando huelo a lavanda, me acuerdo de como olía mi abuela. Cuando huelo a fresco, me acuerdo de mi padre. Cuando huelo a chocolate, me acuerdo de mi prima. Cuando huelo a hierba, me acuerdo de mis amigas. Es algo fantástico.
Me siento tan bien en este momento, que quiero que sea eterno. La brisa que corría antes, ahora a parado y me deja oír el canto de los pájaros. Es un canto tan bello y delicado, que un simple susurro lo estropearía. Escucho unos pasos que se acercan donde me encuentro yo en este momento. Noto como de sitúa a mi lado y se apoya en la barandilla igual que yo. El simple ronroneo del viento, que ha aflorado de nuevo, nos envuelve.

- Es precioso - el silencio es roto por su voz.
- Lo más bello que he visto jamás - le respondo.
- Si, es tan bello ¿Por qué tienes los ojos cerrados? - me pregunta de repente.
- Porque ya se como es, ahora solo quiero dibujarlo en mi mente - el silencio vuelve a escucharse a nuestro alrededor. Deben de ser las doce del mediodía, porque las campanas de las iglesias suenan al compás de su movimiento.
- Te quiero - suelta de repente. Aprieto más fuerte mis ojos y agacho la cabeza.
- Eres un producto de mi imaginación - susurro, no lo suficientemente bajo para que él no me escuchara.
- Abre los ojos y verás que no - niego con la cabeza y alzándola - . Eres tozuda. Como yo recordaba - dijo con cierta melancolía en la voz.
- Solo eres un reflejo de mi vida - mis labios dejan escapar estas palabras. Noto como se acerca a mí.
- Crees que esto es parte de tu imaginación - sus manos acarician mis mejillas. - Crees que esto es un a simple ilusión - su aliento calentonuzco choca contra mis labios - Crees que no soy de verdad - sus labios rozan los míos con delicadeza y cuidado. Miles de sensaciones se apoderan de mi cuerpo en ese momento. Profundizamos ese beso dejando juego desenfrenado de nuestras bocas hagan lo que hacía años querían hacer. Muy a mi pesar, nos separamos. Mis ojos aun seguían cerrados -. Ábrelos, déjame ver los ojos me robaron la razón - me susurra al oído. Poco a poco los voy abriendo. Cuando los tengo abiertos del todo, el sol me molesta, pero a los pocos segundo mis pupilas se acostumbran y empiezo a distinguir los rasgos de su cara. La sonrisa de ambos se hace cada vez más grande. Mis manos entran en contacto con la piel de su cara. Resigo con las yemas de mis dedos el contorno de sus ojos, su nariz y sus labios. Acabo posando la mano en su mejilla y el besa mi mano.
- Gracias.

Simplemente digo eso. Me abrazo a su pecho y allí dejo que mi cabeza descanse subiendo y bajando al ritmo de su respiración.
Cuando huela a pino, me acordaré de este momento.

viernes, 5 de noviembre de 2010

My paranoic mistake...

My paranoic mistake...

Doesn't scare me wrong, I don't want is to miss my friends.
I'm not afraid to fall, I fear never to rise again.
I am a coward, but I will not lose everything.
I have enough courage to face everyone, but not strong enough to endure.
I'm not afraid to do things wrong, it inhibits the reproach of those around me.

Do you realiza? My mistakes are paranoid.