lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Sabéis lo que he hecho? Sonreír.

Esta mañana, al sonarme el despertador, ¿ sabéis lo que he hecho? Sonreír. Si, si, aunque parezca imposible, lo he hecho y no lo he parado de hacer en todo el día. Cuando he bajado de la cama, he salido de la habitación y me he abrazado a mi madre que se encontraba en la cocina. Se ha quedado un poco sorprendida por me afecto de cariño matutino, pero yo la he estrechado más fuerte y ella me lo ha correspondido. Me separo de ella y la miro a los ojos. Otra vez la sonrisa florece de mis labios. Me pregunta a que se debe esa muestra de afecto. Yo solo le puedo levantar los hombros y volver a la habitación para coger la ropa e irme al baño. Cuando ya me he arreglado, salgo y me encuentro con mi padre en el pasillo. Le doy un abrazo y él mira a mi madre interrogante. No se lo que le contesta mi madre, pero él al cabo de unos segundo me abraza. Me tomo mi nesquik de cada mañana y me voy hacia el instituto. Aunque tenga que hablar en susurros, quiero gritarle al mundo lo feliz que estoy. Me encuentro con mi amiga en la esquina de siempre y emprendemos el camino de siempre. El camino lo hacemos en silencio, el fuerte viento nos impide hablar ya que tenemos demasiado trabajo que no se nos hielen los dedos de las manos. Al llegar al instituto, agradecemos el calor de las aulas. Al entrar en mi clase, mis compañeros pueden comprobar que en mi cara hay dibujada una sonrisa. Un pequeña y cariñosa amiga, se me acerca y me abraza, le susurro que estoy feliz y me abraza más fuerte. Empieza a gritar por toda la clase que soy feliz y en menos de 1 minuto, tengo a la mitad de la clase encima de mi abrazándome. Me he sentido querida entre tanta gente. Las clases pasan aburridas y lentas y para colmo se nos va la luz. Pero yo voy vagando por mis pensamientos y me topo con uno que me hace sonreír. Ayer, una persona me dijo una frase que quiero que perdure para siempre: Nunca, nunca dejes que nadie te haga dudar de quien eres y en lo que te gusta y en lo que crees. Le contesté que me lo grabaría con letras de fuego en mi mente y así lo he hecho. En la clase de biologia, al ser tan sumamente aburrida me he puesto a pensa y a dibujar. Siempre nos han reñido si pintabamos las mesas o escribiamos algo, pero hoy me ha dado todo igual, en lo único que pensaba era en ser feliz y así lo he hecho.


Me dijistes que solo querias ayudarme y has conesguido mucho más que eso. Poco a poco me daré cuanta, pero hoy he salido de mi agujero y le he plantado cara a todos los problemas que se me interponían.


Gracias Lorena. Te lo agradezco muchísimo morenaza.

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