jueves, 17 de junio de 2010

Vivo en una perfecta mentira

- Vamos, no te rindas. Aun queda mucho por que descubrir, mucho por que vivir, mucho por que luchar. Mucho por que soñar.
- Pero es que no puedo. Con él era fácil e incluso era un sueño. Pero todo se derrumbó.
- Pero no debes acordarte de todo lo que ha pasado entre vosotros dos. Ahora no es tiempo de llorar o estar mal. Ahora toca reir, pasartelo bien. Dejar a un lado tus penas, sonreirle a la vida y plantarle cara al dolor.
- Ya, creo que tienes razón.
- Claro que la tengo. Siempre la tengo.
- No seas fanfarron. Porque al final te lo acabar creiendo.
- No me creo que soy un fanfarrón, solo consigo hacerte reir. Eso es lo que más me llena. Es lo que me importa. Verte feliz.
- Muchas gracias. Nunca podré agradecerte lo que haces por mi. Es imposible.
- No me tienes que agradecer nada. Soy tu amigo, compartimos alegrias, sonrisas, pero también compartimos el dolor y la soledad. Que sepas que nunca estrás sola en esto. ¿Me has entendido? Nunca.
- Gracias. Pero aun vivo en una perfecta mentira.

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