martes, 9 de marzo de 2010

El frío aire me congela las mejillas y la punta de la nariz, que en estos momentos las tengo rojas. Mis manos se esconden en lo más profundo de los bolsillos intentando que algo de calor las devuelva a la vida. Los copos de nieve tocan mi piel y van deshaciéndose a medida que se desliza por mi mejilla. El cuerpo lo tengo paralizado. No me importa. Solo quiero disfrutar de este momento al máximo. Sonrío. Los dientes chasquean. Detrás de las nuevas cargadas de heladas gotas, se esconde el sol. Me doy la vuelta y empiezo a andar calle abajo. Perdiéndome entre el frió y la nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario