domingo, 7 de marzo de 2010

Siento que el mañana se acerca, sigiloso, tímido. Levanto mi mirada y la dirijo al cielo. El sol empieza a iluminar las cimas de las montañas. No quiero que se acabe esta noche, no quiero dejar mi infancia aquí, no quiero dejar todos los recuerdos. Pero el sol empieza a tocarme, empieza a hacer su trabajo. Solo me tumbo en el suelo esperando a que alguien me venga a buscar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario