lunes, 6 de diciembre de 2010

Lo que eres de verdad

- Enserio, ¿Yo?

- Pues claro, no hay nadie más.

- Debe de ser un error... - la chica agacha la cabeza.

- ¿Por qué? - pregunta el muchacho confundido.

- Porque yo no soy como todas las demás. Ellas la talla más grande que han usado es la 36. Tienen una talla de sujetador envidiable y siempre van como princesas. Siempre van bien maquilladas y la ultima moda en ropa aborda sus armarios. No entiendo porque me escoges ami.

- Porque tu eres diferentes a ellas. Ellas son todas un estereotipo que manda la sociedad de ahora. Si no van como dicta Bershka o Stradibarius o Zara, no eres nadie importante. Es una gilipollez. Yo no busco a niñas pijas con más maquillaje que cerebro. Tu eres una chica lista que no se deja influenciar por nadie. Vistes como quieres, si quieres te maquillas y si algún día no te quieres peinar y vas con un moño al instituto, yo te veré igual de guapa que siempre. Me da igual si vas en chándal, como si llevas unos tejanos o si llevas una camiseta de colores. Me da igual, porque yo no me enamoro de la apariencia, yo me fijo en lo que eres de verdad. Y lo que veo en ti es que tienes unos preciosos ojos verdes que me transmiten mucho más que palabras. Labios rojos, que al curvarse forman una sonrisa envidiable. Eres tu ¿verdad? - la chica asiente un poco avergonzada -. Es lo único que me importa. Que seas tu y que nadie te cambie. - a los chicos les batía muy fuerte los corazones. Ella aun no se creía lo que estaba oiendo y él estaba temblando del nerviosismo - me preguntaba si tu...

- Sí! - la chica se adelantó a la pregunta, pero ambos sabían cual era y la respuesta. Ambos sonrieron y sus labios fueron acercándose. Cuando faltaban escasos milímetros para el contacto, ella habló -. Nunca he besado a nadie. No se como hacerlo -. El chico al escucharlo un carcajada escapó de sus labios. Ella muerta de vergüenza giró la cara hacia un lado intentando que sus mofletes volvieran a su color anterior.

- No te preocupes pequeña, yo te enseño -. Y sus labios se juntaron al final.


Esta historia es justa. Nadie es perfecto, todos tenemos defectos y eso es lo que nos hace ser verdaderas personas. Se que puede sonar algo muy cursi o empalagoso, pero las personas que viven estos momentos, son las personas más felices del mundo.


- Pequeña... me gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario